LA ROJA PROVOCA EL DELIRIO EN GRAZALEMA Y SACA A LA CALLE A MAS DE 1000 PERSONAS PARA VER LA FINAL EN LA PLAZA DE ESPAÑA
Un pueblo literalmente en la calle, viviendo con una intensidad jamás vista en Grazalema un acontecimiento colectivo, sufriendo minuto a minuto la final del Mundial de Fútbol 2010 que enfrentó a nuestra seleccción de España a la de Holanda, así estuvimos ayer, en pleno delirio colectivo de grandes y pequeños.
Y todos en la Plaza de España donde el Ayuntamiento había organizado junto a la Peña Lunes del Toro una fiesta convivencia desde el medio día para recaudar fondos de cara al Congreso Nacional del Toro de Cuerda que se celebrará en Grazalema en 2011.
La pantalla gigante que presidía el centro de esta plaza, para que todo el que quiso pudiera ver la final de mundial como si estuviese en el campo fue un gran acierto, ya que el partido se pudo ver desde todos los ángulos con claridad, tanto es así que se estima que en torno a 1000 personas compartieron el triunfo en una jornada acalorada que se aguantó estoicamente para no dejar de ver como "la roja" se comía poco a poco a la "naranja mecánica", que quedó literalmente exprimida por el excelente juego español.
Una jornada inolvidable, que quedará para siempre en la retina de todos los grazalemeños.
Y todos en la Plaza de España donde el Ayuntamiento había organizado junto a la Peña Lunes del Toro una fiesta convivencia desde el medio día para recaudar fondos de cara al Congreso Nacional del Toro de Cuerda que se celebrará en Grazalema en 2011.
La pantalla gigante que presidía el centro de esta plaza, para que todo el que quiso pudiera ver la final de mundial como si estuviese en el campo fue un gran acierto, ya que el partido se pudo ver desde todos los ángulos con claridad, tanto es así que se estima que en torno a 1000 personas compartieron el triunfo en una jornada acalorada que se aguantó estoicamente para no dejar de ver como "la roja" se comía poco a poco a la "naranja mecánica", que quedó literalmente exprimida por el excelente juego español.
Una jornada inolvidable, que quedará para siempre en la retina de todos los grazalemeños.