Recuperados los restos de 23 personas en la exhumación de fosas del cementerio viejo de Benamahoma
El equipo científico contratado por la Diputación de Cádiz ha hallado fracturas en huesos y cráneos horadados por tiros de gracia, que revelan que fueron asesinados. Este año se comenzará también a intervenir en la zona del Monte Abajo, a petición del Ayuntamiento
Según ha explicado la Diputación, a finales de octubre comenzó una intervención planteada en el enclave denominado Parque de la Memoria, donde, soterradas, se hallaban las fosas. Así, de noviembre a enero se pudieron recuperar los restos óseos de 20 personas.
El invierno de intensas lluvias y la subida del nivel freático aconsejaron parar una intervención que se ha reanudado ahora, en verano. Así, las nuevas excavaciones han permitido extraer otras tres osamentas, siendo hasta el momento 23 las personas recuperadas distribuidas en cinco fosas.
Según ha señalado Jesús Román, arqueólogo e historiador que coordina el equipo, los trabajos en Benamahoma pueden prolongarse hasta octubre. Posteriormente, tras esta intervención incluida en el calendario diseñado por la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, aguardan nuevas búsquedas de fosas en nuestro municipio, a petición del Ayuntamiento. Así, se intervendrá en la llamada finca del Monte Abajo, a través de esta iniciativa conjunta de Diputación, la Junta y el Ayuntamiento que sufraga la institución provincial, con el apoyo logístico del Ayuntamiento.
En las fosas de Benamahoma, además de los síntomas apreciados en los huesos se han encontrado balas e incluso un casquillo que induce a pensar que alguna de las víctimas sepultadas fue rematada a pie de fosa. Entre las personas recuperadas hay dos mujeres, una veintena de hombres y otro esqueleto aún por determinar. La mayoría de los ejecutados tienen menos de 30 años y hay alguno por debajo de los 20.
Según ha explicado la Diputación, los restos se custodian en cajas, en un local cedido por el Ayuntamiento de Grazalema, que está aportando maquinaria para el movimiento de tierras además de la asistencia de un operario municipal.
Y aparecen los huesos, pero también objetos personales. Así, una de las últimas osamentas exhumadas ha aparecido con un espejo circular, junto al fémur de la pierna derecha. También se advierten rasgos físicos que, en un momento posterior, pueden ayudar a dar pistas sobre identidades, como uno de los ejecutados que era manco.
ENTRE 40 Y 60 FUSILADOS
Las fosas abiertas son de pequeñas dimensiones, presentan restos de cal en su interior y son opuestas a lo que significó el hallazgo de la de Puerto Real, donde se apelmazaban más de 100 víctimas. Las estimaciones para Benamahoma apuntan a que entre 40 y 60 personas fueron fusiladas en la entonces aldea célebre por sus huertas, a medio camino entre El Bosque y Grazalema.
La cifra de, al menos, 50 ejecuciones fue publicada por primera vez por el historiador Francisco Espinosa en su obra 'La justicia de Queipo'. En dicha investigación se incorpora el procedimiento sumarísimo 1098, del año 1940, incoado al cabo Juan Vadillo quien fuera responsable del puesto de la Guardia Civil en Benamahoma.
En dicha instrucción se concluye que, efectivamente, entre 50 y 60 personas (civiles) fueron ejecutadas por los sublevados en esta población.. Vadillo fue declarado culpable pero no penó, ya que la mayoría de los crímenes quedaron amparados por los bandos de guerra dictados por Queipo de Llano. Más allá de los asesinatos en Benamahoma se sucedieron "actos de pillaje, violaciones y todo tipo de abusos", según refiere Jesús Román y ha quedado acreditado en investigaciones como la de Francisco Espinosa o las del también historiador Fernando Romero.
El más de medio centenar de víctimas sepultadas en Benamahoma no eran únicamente vecinos de dicha población. El Bosque, Villamartín, Prado del Rey son algunas de las procedencias de estos represaliados según ha indicado Jesús Román, que ha hecho un llamamiento a las familias que desconozcan el paradero de sus deudos por si quieren participar en las labores de identificación que se emprenderán cuando la excavación concluya.
Así, según ha indicado la Diputación, ya se han tomado muestras de una vecina de Prado del Rey (saliva captada mediante un hisopo) y en los próximos meses se repetirá el procedimiento con familiares de más represaliados. Dichas muestras, y fragmentos de hueso procedentes de las fosas, se trasladarán al laboratorio de identificación genética de la Universidad de Granada, con el que mantiene un acuerdo la Junta de Andalucía, donde verificarán si hay suficientes concordancias entre los respectivos AND extraídos, hasta el punto de determinar si existe vínculo familiar.