DICIEMBRE RECORD PLUVIOMÉTRICO CON 1046,4 LITROS
Paqui Viruez
LAS LLUVIAS DE DICIEMBRE DEJARON EN GRAZALEMA 1046,4 LITROS Y UNA CIFRA HISTÓRICA 228 LITROS EN SÓLO 24 HORAS EL DÍA 23.
Grazalema volvía a ser el pasado mes de diciembre, la Grazalema de antes, la de las lluvias continuas, la de días y días sin parar de cielos grises y agua por todas partes, la de los datos pluviométricos abrumadores.
Así el pasado 23 de diciembre, la estación meteorológica de Grazalema recogía 228 litros de agua por metro cuadrado caídos en 24 horas, una cifra que ha sido calificada como histórica, ya que no llovía tanto en sólo 24 horas desde hace 30 años.
Pedro Posada, la persona que lleva midiendo las precipitaciones en Grazalema desde hace 25 años ha apuntado a que, "Desde 1981 o 1982 no caía tanta agua aquí en un solo día". Estos 228 litros en un día no se lograron ni de lejos en todo diciembre de 2008, que cerró con 151,9 litros por metro cuadrado, irrisoria cifra, si la comparamos con los 1046,4 litros de agua por metro cuadrado recogidos en este diciembre 2009, que se ha superado con creces las precipitaciones del último trimestre de 2008.En el cómputo global, el año llegó a su fin con 1.273 litros recogidos en el macizo de Grazalema en el primer trimestre del año pluviométrico que comenzó en octubre.Esta abundancia de aguas ha propiciado que la presa del Fresnillo tuviese que aliviar agua en dos ocasiones durante las navidades, al llegar a su límite de capacidad.Igualmente, y casi en las mismas fechas del pasado año, los famosos “caños” del tajo de Grazalema volvían a reventar dejando una estampa de gran belleza que no se veía en la localidad desde hace casi una década, y al igual que los caños, han reaparecido los nacimientos subterráneos que recorren el subsuelo grazalemeño.Agua y mas agua que ha dotado al Guadalete, en su cabecera, en su nacimiento de un caudal extraordinario, no conocido por los mas pequeños del lugar. Agua que en estos días sigue poniendo música a su paso en todo el término municipal en el que como setas los pequeños manantiales dejan escapar el líquido elemento.
LAS LLUVIAS DE DICIEMBRE DEJARON EN GRAZALEMA 1046,4 LITROS Y UNA CIFRA HISTÓRICA 228 LITROS EN SÓLO 24 HORAS EL DÍA 23.
Grazalema volvía a ser el pasado mes de diciembre, la Grazalema de antes, la de las lluvias continuas, la de días y días sin parar de cielos grises y agua por todas partes, la de los datos pluviométricos abrumadores.
Así el pasado 23 de diciembre, la estación meteorológica de Grazalema recogía 228 litros de agua por metro cuadrado caídos en 24 horas, una cifra que ha sido calificada como histórica, ya que no llovía tanto en sólo 24 horas desde hace 30 años.
Pedro Posada, la persona que lleva midiendo las precipitaciones en Grazalema desde hace 25 años ha apuntado a que, "Desde 1981 o 1982 no caía tanta agua aquí en un solo día". Estos 228 litros en un día no se lograron ni de lejos en todo diciembre de 2008, que cerró con 151,9 litros por metro cuadrado, irrisoria cifra, si la comparamos con los 1046,4 litros de agua por metro cuadrado recogidos en este diciembre 2009, que se ha superado con creces las precipitaciones del último trimestre de 2008.En el cómputo global, el año llegó a su fin con 1.273 litros recogidos en el macizo de Grazalema en el primer trimestre del año pluviométrico que comenzó en octubre.Esta abundancia de aguas ha propiciado que la presa del Fresnillo tuviese que aliviar agua en dos ocasiones durante las navidades, al llegar a su límite de capacidad.Igualmente, y casi en las mismas fechas del pasado año, los famosos “caños” del tajo de Grazalema volvían a reventar dejando una estampa de gran belleza que no se veía en la localidad desde hace casi una década, y al igual que los caños, han reaparecido los nacimientos subterráneos que recorren el subsuelo grazalemeño.Agua y mas agua que ha dotado al Guadalete, en su cabecera, en su nacimiento de un caudal extraordinario, no conocido por los mas pequeños del lugar. Agua que en estos días sigue poniendo música a su paso en todo el término municipal en el que como setas los pequeños manantiales dejan escapar el líquido elemento.